sábado, 22 de agosto de 2009

SOCIALISMO DEL SIGLO XXI. ¿VERDADERA LUCHA DE LOS PUEBLOS O MEDIATIZACIÓN DE LOS SISTEMAS DE DOMINACIÓN MUNDIALES?

Por: Yasmeli Pernía

Si concientizamos que somos seres humanos vinculados al ciclo de la vida y en constante interrelación con el entorno natural, solo así entenderemos el porqué de nuestra existencia. Considerando, además el sin número de recursos naturales, el agua, el oxigeno, la tierra, el oro, los minerales, el petróleo, el gas, entre otros; todos éstos en disposición para la convivencia y satisfacción óptima de todas las necesidades prioritarias de cada una de las personas habitantes de este planeta, de allí, la justicia social para la paz mundial.

Se hace necesario entonces, reconocer cómo dichos recursos han sido utilizados para la explotación y organización de fuerzas de poder con un único objetivo, el de generar riquezas materiales en beneficio de pocas familias, que conforman la clase dominante oligárquica en el mundo, creadora del Estado y además; quiénes viven en gran opulencia, en extremo bienestar, a costa del sacrificio de la mayoría de los pueblos esclavizados por mecanismos de dominación de este mismo Estado, lo que convierte la primera reflexión en utopía.

Es por tal razón que debemos identificar los obstáculos que hemos enfrentado históricamente y que han provocado holocausto a los pueblos; sólo así nuestra conducta podría inclinarse a la confrontación y transformación de la sociedad.

Existen elementos dilatorios que impiden en los colectivos, el análisis en esta perspectiva, provocado así, un inmenso vacío de reflexión, en la conducción del cómo lograr la utopía; nos quedamos en análisis ambiguos, diferencias de criterios, debates superfluos, los cuales nos deja envueltos en una red de engaño, ya sea por intereses particulares que responden a ésta clase dominante, intereses grupales de protagonismo politiquero y/o alienación de sectores en promoción del escepticismo que distrae las acciones necesarias para alcanzar el sueño utópico.

Esta reflexión debe enfocarse en los qué haceres de producción al cambio del hombre y la mujer en resistencia a la sumisión, hoy día opresión virtual, que obliga de manera subliminal, adoptar una conducta inhumana para la destrucción de ese mismo hombre-mujer; también debe inclinarse sobre cómo podemos revertir esa realidad social que atenta contra la moralidad, la dignidad y el bienestar de los pueblos.

Estos elementos posee dos características fundamentales que debemos señalar; en un primer término, se han mostrado ante el mundo como procesos normales de interacción social homogénea, impidiendo la evolución del ser hacia la emancipación, tenemos entonces, la sociedad oficialista, la fe sobre el miedo, el respeto por la fuerza, el conocimiento inducido y la imposición de la moda. Otra característica, es que respaldan intereses grupales o de familias, recordemos el florecimiento de la burguesía a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX; cuando se conforma la francmasonería, éstos crean mecanismos de poder, implementando así, factores de dominación global, respaldadas por sistemas de violencia psicológica, moral, física y espiritual.

Ahora bien, es importante especificar dichos elementos, para tener comprensión sobre los mecanismos de dominación persistentes en nuestras sociedades. Consideremos entonces, las atribuciones del Estado, que por medio de las distintas formas de gobierno, viene imponiendo mediante la violencia, “estructuras de administración oficiales” para la “distribución” del erario público, en beneficio de la minoría dominante, incluyendo la burocracia gubernamental; este elemento se origina en sus atribuciones con la iglesia, desde los inicios de la dominación en nuestro continente en 1492, se comenzó el adoctrinamiento religioso del catolicismo, mediante el cual, se impuso la creencia o el castigo, luego se fueron incorporando nuevos adoctrinamientos religiosos para la conducción del pensamiento de los colectivos con base a los intereses de poder.

Estos dos elementos afianzan sus componentes, con la fuerza del ejército, institución que responde exclusivamente a la oficialidad institucional mediante las armas; además, son validados por el control del conocimiento, que en este caso se desarrolla única y exclusivamente por las academias y son los que con certeza avalan el método de dominación induciendo el pensamiento a la veracidad oficial, y por último un papel preponderante juega el trabajo de los medios de comunicación, encargadas éstas de la divulgación de las bondades de todas las anteriores, todo el plan de dominio, disfrazado de libertad y democracia.

Resaltemos entonces, se trata de un Kid de poder dominante que se viene imponiendo históricamente en nuestro continente; estado, iglesia, ejército, academia y medios; cada una con sus respectivas herramientas de trabajo; las leyes; las tradiciones y costumbres; la educación; la familia patriarcal; y la tecnología; interrelacionadas todas en dichos elementos. Ahora utilizado para promover la moda del “socialismo” no como modo de producción de los trabajadores con profundo interés de demoler al Estado, la sociedad de la burguesía y el capital, como única vía de verdadera Revolución, económico-político-social de los pueblos; sino como forma de dominación convertido en novedad para manutención de las nuevas élites burocráticas del mundo.

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